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5 prácticas espirituales para sentir más y pensar menos

Bien podría darte 69 (o toda la noche) y no solo 5 prácticas espirituales para sentir más y pensar menos, pero seguro que no tienes tanto tiempo (doñx ocupadx, según), así que ahí te va:

Tiempo de lectura: 3 minutos

Música para acompañar: Dern Kala — Khruangbin

¡A la mierda el ruido, a sentir se ha dicho!

El mundo de hoy es una maldita caja de estrés. Andamos con la cabeza a mil, el cuerpo tieso, el corazón en la garganta y la vida se nos va en “mañana lo haré”; nada ayuda la sobreestimulación (como el que estés todo el día en Tiktok o incluso CHATGPT). El tantra es la patada que te despierta de ese letargo.

No es una cosa esotérica que solo pueden hacer lxs iluminadxs, es una herramienta para que vuelvas a sentir, para que dejes de vivir como la máquina de chambear y empieces a vivir como un ser humano, con todas las pinches letras, goei. Te invito a dejar de pensar y empezar a Ser. Por eso estas prácticas espirituales para sentir más y pensar menos son tan poderosas.

Te compartiré una embarradita consensuada (y no de verga, para no empacharte) de cinco prácticas tántricas sencillas, sin tanta mamada, para que empieces que recuerdes tu placer como derecho. Estas no son solo prácticas espirituales, son una forma de reconectar con tus cuerpos de una manera tan real que no necesitarás tanta guía, aunque si deseas una sesión personalizada, échame un gemidito.

La gente está desesperada por sentir

1. Respiración consciente es la clave de la presciencia relacional

No es solo respirar porque sí, es respirar con intención. Y coño, deja de hacerlo con el pecho como si estuvieras huyendo de algo; hay que meter tu cuerpo al chat, donde todxs estamos cotorreando y no en supervivencia… porque estamos en ese chat, ¿verdad? ¿VERDAD?

Lleva el aire hasta el fondo, hasta el vientre; como lxs bebés (no me cansaré de dar este hermoso e infalible ejemplo). Siente cómo se infla tu abdomen, cómo la energía desciende. Luego, suelta ese aire lento, despacio, como si estuvieras despidiendo todo el estrés y la basura mental del día. Hazlo tres veces, o las que necesites. Te garantizo que tu cuerpo va a pedir más vida y tierra; más calma y menos pendejeo.

La respiración es el vehículo de la energía vital, del prana. El tantra enseña que la forma en que respiramos es la forma en que vivimos (Calle, 2002). Así que respira como si quisieras vivir, con todas las ganas. Es una de las prácticas espirituales más antiguas y efectivas que existen.

Si deseas obtener un bundle kit que aborda bastante este tema, pícale aquí. Si estás buscando prácticas espirituales para sentir más y pensar menos, aquí te doy lo básico.

2. Escaneo corporal con amor (y sin juzgarte, bebé)

De entrada, no mames que te levantas recién despiertas a agarrar tu celular y no tu pechito o tu hermosa carita; ya ni decir que te agarres el tamal.

Ponte cómodx en un lugar tranquilo, cierra los ojos y recorre tu cuerpo con la atención. Desde la punta de los dedos de los pies hasta la coronilla. No es un examen para ver qué está mal. Es una escucha profunda. Siente dónde estás durx, dónde hay tensión, dónde hay ganas de bailar o ganas de llorar. Lo que sea que encuentres, es lo que tu cuerpo te está pidiendo que atiendas.

Acéptalo, abrázalo y date el permiso de sentir. Este es el primer paso para liberar esa energía atrapada. El tantra nos invita a habitar el cuerpo en su totalidad, sin divisiones ni vergüenza, porque cada parte de nosotres es sagrada (Urban, 2003). Esta es una de las prácticas tántricas que te conectan directamente con tu ser.

1. Respiración consciente es la clave de la presciencia relacional

Tantra es sumergirte en tus profundidades

y en la existencia misma

3. Movimiento libre, sin panóptico

Pon la música que te dé la pinche gana, la que te haga sentir, la que te conecte con tus entrañas. Ahora, muévete sin pensar en cómo te ves o si alguien dirá algo. No hay coreografía, no hay reglas. Que tu cuerpo sea el DJ y no tu cabeza. Suelta lo que te aprieta, lo que te limita, lo que te hace sentir incómodx.

Deja que tus caderas se muevan, que tus brazos se expandan, que la energía recorra cada músculo. Deja que el placer te inunde y se derrame. El movimiento es una forma de meditación activa, una forma de reconectar con la naturaleza salvaje que llevas dentro (Osho, 1979). Libérate, deja de juzgarte, suelta el control.

También tengo un bundle kit para esto, jajsdajs. Pícale aquí; son unos videos precisamente de prácticas espirituales para sentir más y pensar menos; mucho cuerpo.

4. Meditación sensorial para habitar el ahora

Como puse la captura de pantalla de mi Threads, mucha gente olvida el poder de la mirada y anda buscando un shot que les regrese sensibildiad, cuando precisamente para eso hay que atender la sobreestimulación. Te daré una meditación muy sencilla:

Quédate observando un espejo y pon atención a lo que ves. Ve directamente a tus ojos; siente tus brazos y el aire que les acaricia; déjate movilizar por el palpitar de tu corazón y los sonidos en tu entorno; ¿a qué huele tu vida el día de hoy?. Simplemente permítete existir.

Esa conexión con los sentidos es tantra puro: estar vivx y presente sin tanta sobreestimulación. El mundo está lleno de sensaciones que te están gritando “¡Aquí estoy!”, pero tu cabeza está tan ocupada que no las escuchas. Como ya dije y como dijera Christian Castro: “no hagas nada”. Es de las mejores prácticas espirituales para sentir más y pensar menos.

5. Ritual corto de gratitud erótica

La gratitud es una fuerza poderosa. Pero la gratitud erótica, uff. Agarra un espejo, mírate. Tócate, acaríciate suavemente. Agradece a tu cuerpo por todo lo que te da: por el placer que te permite sentir, por la energía que te impulsa, por la vida que te sostiene. Hazlo con palabras o con caricias. Reconocer tu poder erótico es reconocer tu poder vital. Si empiezas a sentir cierta vergüenza, recuérdale a tu cuerpo que estás en un espacio seguro; literal verbalízalo y dile que están explorando curiosamente desde un espacio amable. Honra tu energía sexual, porque es la misma que crea mundos. Esta es una de las prácticas tántricas más liberadoras.

Te prometí 5 prácticas espirituales para sentir más y pensar menos, te las di y ahora es tu turno; hazlas tuyas. No son para leerlas y ya o para posar, son para sentir y explotar en goce. ¿Deseas más?


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Acerca de mí

Creadorx de experiencias at  ~ gemido@besuqueable.com ~ Web ~  More Posts

Quizás no soy lo que esperas, pero sí el tantra que necesitas. Las palabras quedan cortas para el caos delicioso e irreverente que encarno. Disfruto mucho bailar, el sexo anal y el arte que escuece. Soy ese suspiro profundo que das antes de decir "a la mierda, lo voy a hacer". Soy un antes y un después sagiescorpiano, así que mejor intuye muy bien si deseas acercarte aún más. ¿Qué más da? Ya nos encontramos. Besuquéate conmigo.

1 pensamiento sobre “5 prácticas espirituales para sentir más y pensar menos”

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